¿Piensan que podéis comprarme con vuestro dinero?

No tenéis suficiente. No hay dinero para pagarme.

Yo solo quería lo que me correspondía. Hice mi trabajo, os libre de ellas. Por fin saldríais a la calle sin temor a ser infectados, sin miedo, sin la repulsión que os generaba verlas. Y ¿como me pagáis? Con risas. Mofándoos de mi aspecto, de mi cara, de mi Don. Alguien os ha de castigar, no esperaré el divino castigo. Ojo por ojo. Sufriréis, lloraréis, suplicaréis. No cerrareis vuestros ojos cargados de lágrimas por temor a imaginar un final parecido para ellos. ¿Recordáis los agudos chillidos en el río? Podéis entonces imaginar como gritarán al caer en la gélida corriente. Aquellos que lo superen, viajarán tras de mí hasta el oscuro bosque donde ataré sus cuerpos en los pelados troncos de moribundos árboles para que los lobos sacien el hambre del frió invierno.

la foto de carito