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Perdonad
¿Vosotros sabéis si Internet cierra los domingos?
Consultora Senior de una empresa tecnológica líder en España a un grupo de estupefactos informáticos de diversos perfiles.
La malvada respuesta fue: “Depende, hay que consultar los domingos de la comunidad”
Sí, es una historia real.
La imagen aqui
Hace unos años la marca Reebok lanzó esta original campaña. Como muchos de ustedes no la conocerán me permito traersela.
Sólo añadiré: ¡Ojala Terry estuviese cerca cuando ese capullo que imprime un trabajo y es capaz de dejarlo a medias para no cambiar los folios hace una de sus fechorias!
La última vez que le vi estaba frente al espejo y me preocupó un poco.
Faltan muchas pero..¿Cual de todas os gustaba más?
¿Piensan que podéis comprarme con vuestro dinero?
No tenéis suficiente. No hay dinero para pagarme.
Yo solo quería lo que me correspondía. Hice mi trabajo, os libre de ellas. Por fin saldríais a la calle sin temor a ser infectados, sin miedo, sin la repulsión que os generaba verlas. Y ¿como me pagáis? Con risas. Mofándoos de mi aspecto, de mi cara, de mi Don. Alguien os ha de castigar, no esperaré el divino castigo. Ojo por ojo. Sufriréis, lloraréis, suplicaréis. No cerrareis vuestros ojos cargados de lágrimas por temor a imaginar un final parecido para ellos. ¿Recordáis los agudos chillidos en el río? Podéis entonces imaginar como gritarán al caer en la gélida corriente. Aquellos que lo superen, viajarán tras de mí hasta el oscuro bosque donde ataré sus cuerpos en los pelados troncos de moribundos árboles para que los lobos sacien el hambre del frió invierno.
Pues ya ven es la noche de los libros y yo les dejo un video de Scarface… incoherente total, pero recordé esa escena en el coche y sentí la necesidad de compartirla con ustedes. ¿No es cierto lo que dice Tony Montana? ¿No necesitamos a alguien malo con el que compararnos para pensar que somos muy buenos? ¿No necesitamos a esos yonkis y prostitutas para mirarlos con desden y pensar que somos superiores? Uno de los mejores monólogos de la historia del cine ahora iconizado, para desgracia de la gente normal, por bacalas y demás gente de chándal y visera.
Lo primero les regalo un libro y una rosa.
Y como no, me permito regalarles, tampoco me costó más que el buscarlo, el para mi uno de los mejores relatos de todos los tiempos:
JORGE LUIS BORGES
El libro de arena
…thy rope of sands…
George Herbert (1593-1623)
La línea consta de un número infinito de puntos; el plano, de un número infinito de líneas; el volumen, de un número infinito de planos; el hipervolumen, de un número infinito de volúmenes… No, decididamente no es éste, more geométrico, el mejor modo de iniciar mi relato. Afirmar que es verídico es ahora una convención de todo relato fantástico; el mío, sin embargo, es verídico.
Yo vivo solo, en un cuarto piso de la calle Belgrano. Hará unos meses, al atardecer, oí un golpe en la puerta. Abrí y entró un desconocido. Era un hombre alto, de rasgos desdibujados. Acaso mi miopía los vio así. Todo su aspecto era de pobreza decente. Estaba de gris y traía una valija gris en la mano. En seguida sentí que era extranjero. Al principio lo creí viejo; luego advertí que me había engañado su escaso pelo rubio, casi blanco, a la manera escandinava. En el curso de nuestra conversación, que no duraría una hora, supe que procedía de las Orcadas.
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Recorro aquella mañana con mis ojos, como quien recorre el recibidor de una vieja estación buscando las taquillas. Con la seguridad que me otorga la nueva situación, oteo cada uno de los lugares que me rodean, cada uno de los lugares que siempre quise conocer y que perezosa y cierta actitud pospuso día tras día.
Observé con atenta mirada, la ilusión en la cara de mis padres mirándome en las frías noches de la pequeña casa. Pude ver a los niños, a todos los niños con los que, en un entonces enorme patio, jugué en soleados recreos. Juré una vez más amistad eterna a todos aquellos amigos caídos en el largo camino, y lo hice como la primera vez, de corazón, y seguro de que así sería aun conociendo el final.
Creí enamorarme de cada una de las niñas y mujeres de las que estuve enamorado y a las que nunca me acerqué, y las adoré de nuevo, desde lejos, agazapado bajo la capa de mi timidez de la que no me he podido librar ni en este momento.
Escalé todas esas montañas a las que desee subir y tuve desde allí la sensación de dominar el mundo, el cielo y los mares. Pude entonces acercarme uno a uno a esos que me hicieron mal, mirarles a los ojos y preguntarles ¿por qué?, y como supuse no había explicación, o al menos sus ojos bajando y apartando su vista de los míos no me la dieron tampoco hoy.
Nunca pelee. Por miedo a no soportar la victoria.
Nunca por tanto vencí. No conocí el sabor de sus mieles ni el tacto de los laureles sobre mi frente.
Ya no sé lo que es el miedo.
Tumbado, espero en este instante el final, mientras mi savia roja empapa mis ropas e impregna el suelo.
Mala suerte
Un mal día y un mal lugar.
El frío metal que entró en mi cuerpo se quedo en él, cambiando su lugar por mi vida que lo abandona dejando un poso de tranquilidad que nunca imaginé.
No hay pánico.
Abordo el final cantando.
El «pograma» de linchamiento de Telecinco hormigas blancas, hermano nocturno del tomate, emitió recientemente un reportaje sobre Bibiana Fernández. Incluía todo tipo de declaraciones sacadas de contexto y fotografías de dudoso gusto de Bibiana hace años. También se burlaron de la carrera musical de la actriz mofándose de sus bajas ventas. Como no, el tomate se encarga semanalmente de hacer leña del árbol caído poniendo una y otra vez pedazos de canción que se acompañan con los hirientes comentarios de sus presentadores.
Bibiana se ha mantenido al margen de estos videos y ha dicho que aunque la molestó el reportaje no tomará medidas legales. Una muestra más de que es una Señora. Admiro a esta mujer por su don de la palabra, elegancia, belleza y saber estar; pero sobretodo porque ha luchado por ser lo que quería hasta conseguirlo.
Por cierto, a mi el tema del naufrago me gusta ¿Será por esa letra totalmente imposible? Les dejo la versión de «Nancys Rubias«, valórenlo por ustedes mismos.
Antes del café 